El cáncer de vejiga tiene una elevada incidencia en nuestro país. Cada año se diagnostican 12.200 nuevos casos. Es el cuarto tumor más frecuente sólo, por detrás del de pulmón, próstata y colorectal.

La mayor parte de los tumores que se detectan en la vejiga suelen ser cancerosos, pero detectado a tiempo, el cáncer de vejiga que tiene curación en el 90% de los casos.

1.- Bebe agua

Lo has oído hasta la saciedad, beber agua es bueno para todo (riñones, piel, vejiga,etc).  Lo ideal es que bebas unos dos litros al día. Esto te ayudará a limpiar y eliminar bacterias, toxinas y sustancias de desecho a través de la orina.

2.- No te aguantes las ganas

Si tienes ganas de ir al baño, ve!. Lo malo de aguantar y retener la orina es que las sustancias de  desecho que los riñones envían a la vejiga, permanecen durante más tiempo en contacto con tu organismo. Esto puede ser el origen de infecciones urinarias, infección y cáncer de vejiga.

3. Haz ejercicio

La práctica de actividad física te ayudará a que los líquidos no se acumulen en la parte baja de tu vientre. Evitar la vida sedentaria y llevar una vida activa te ayudará a mantener tu vejiga vacía.

4. Mantente alejado del tabaco y el alcohol

El tabaco es uno de los principales factores de riesgo de cáncer de vejiga. Las sustancias químicas que contienen los cigarrillos pasan a la sangre y se acumulan en la vejiga, tras el filtrado de los riñones.

El consumo excesivo de alcohol también puede afectar en la aparición de lesiones en la vejiga y cáncer.

5.- No consumas edulcorantes artificiales

El consumo de edulcorantes no naturales presentes en refrescos sin calorías y alimentos dietéticos pue acabar irritando la vejiga.

6.- Sigue una dieta sana

Intenta alimentarte con alimentos naturales y bajos en grasa. Incluye en tu dieta gran cantidad de frutas y verduras, algunas de ellas son protectoras de la salud de tu vejiga como el brócoli, las coles y los arándanos.

7.- Acude al urólogo.

Visitar regularmente el urólogo, puede evitar el cáncer de vejiga. Especialmente si has notado algún tipo de síntomas como: sangre en la orina, necesidad constante de orinar, dolor o escozor o disminución de la fuerza y la cantidad de orina.