Cuando somos diagnosticados con un cáncer de próstata hay que elegir el tratamiento que mejor se adapta al paciente. El médico valorara en qué etapa se encuentra el cáncer, su extensión, la edad y salud del hombre, así como los niveles de PSA altos (antígeno prostático).
Dependiendo del estado del cáncer de próstata se decidirá por una vigilancia activa del paciente o un tratamiento que se puede realizar con distintas técnicas: braquiterapia, radioterapia, cirugía o crioterapia.
En este post hablamos de la crioterapia, un tratamiento relativamente moderno que empezó a utilizarse en España en 2002.
La crioterapia es un tratamiento contra el cáncer de próstata mediante el que se elimina el tejido tumoral a través de la aplicación de temperaturas por debajo de los -40ºC. Mediante la congelación se consigue la muerte de las células cancerígenas y eliminar así el tumor.
En el caso de los pacientes con cáncer de próstata, la crioterapia se utiliza en aquellos en los que la enfermedad no se ha extendido más allá de la próstata. También se utiliza en los pacientes con cánceres recurrentes, que vuelven a aparecer después de un tratamiento y en aquellos hombres en los que por avanzada edad o un estado de salud delicado, sería un riesgo que se sometieran a una cirugía.
El paciente es sedado con anestesia epidural o general. La intervención consiste en introducir de 6 a 8 agujas en la próstata a través de la zona perineal. Las agujas (que son criosondas) son guiadas mediante una ecografía transrectal. Al paciente se le coloca un catéter por el que fluye una solución salina caliente que evita que la uretra se congele. Este catéter se deja durante varios días ya que permite el vaciado de su vejiga durante el periodo de recuperación.
La crioterapia cuenta por lo general, con menos complicaciones que cualquier tratamiento realizado con radioterapia o cirugía. Las principales ventajas de utilizar esta técnica en el tratamiento del cáncer de próstata son:
-Los periodos de hospitalización se reducen considerablemente.
-Hay menos complicación en el postoperatorio.
-El tiempo de recuperación es más rápido.
-La enfermedad se destruye de forma localizada.
Aunque la crioterapia presenta muchas ventajas respecto a otros tratamientos para el cáncer de próstata, también puede acarrear varios efectos secundarios. Los más frecuentes son:
-Aparición de sangre en la orina hasta 48 horas después de la intervención.
-Dolor en la zona en la que se colocaron las agujas.
-Hinchazón o escozor del pene.
-Urgencia urinaria o ganas de ir al baño con frecuencia.
-Daño en los nervios que controlan la erección y la incontinencia urinaria.
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