El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en el hombre, las últimas estadísticas demuestran que uno de cada 6 varones va a padecerlo a lo largo de su vida. Afortunadamente, las espectativas sobre el tratamiento del cáncer de próstata ha cambiado significativamente al haberse desarrollado nuevos fármacos que mejoran enormemente la supervivencia
En paralelo diversos estudios realizados en los últimos años han revelado cómo la dieta y el ejercicio pueden desempeñar un papel crucial en la prevención y el tratamiento de esta enfermedad.
Que es lo que realmente sabemos y que podemos hacer para influir en el desarrollo de esta enfermedad
Por desgracia ,todavía no podemos evitar la aparición del cáncer de próstata ni tampoco curarlo con remedios naturales pero si podemos influir en su desarrollo y ayudar a mejorar la eficacia de los tratamientos
Una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros se ha asociado consistentemente con un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Estos alimentos están cargados de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, que pueden ayudar a combatir la inflamación y el estrés oxidativo, dos procesos que se cree que contribuyen al desarrollo del cáncer.
Además, algunos estudios sugieren que ciertos nutrientes específicos pueden tener efectos protectores. Por ejemplo, el licopeno, que se encuentra en tomates y productos de tomate, ha demostrado reducir el riesgo de cáncer de próstata. Del mismo modo, el consumo regular de pescado graso, que es rico en ácidos grasos omega-3, podría estar asociado con un menor riesgo.
Por otro lado, es importante limitar el consumo de grasas saturadas y trans, así como de carnes procesadas, ya que se ha demostrado que estos alimentos aumentan el riesgo de cáncer de próstata.
El ejercicio regular no solo puede ayudar a prevenir el cáncer de próstata, sino que también puede mejorar los resultados en aquellos que ya lo padecen. La actividad física está asociada con una reducción del riesgo de cáncer de próstata agresivo y de mortalidad por esta enfermedad.
Los mecanismos detrás de estos beneficios son variados. El ejercicio ayuda a mantener un peso saludable, reduce la inflamación, mejora la sensibilidad a la insulina y regula los niveles hormonales, todos los cuales pueden influir en el desarrollo y la progresión del cáncer de próstata.
Un estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention encontró que los hombres que realizaban ejercicio vigoroso regularmente después del diagnóstico de cáncer de próstata tenían un menor riesgo de morir por la enfermedad en comparación con aquellos que no lo hacían.
Basadas en los resultados de estudios realizados por ASOCIACION AMERICANA DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL CÁNCER
La evidencia respalda firmemente la importancia de la dieta y el ejercicio en la prevención y el tratamiento del cáncer de próstata. Adoptar un patrón alimentario rico en frutas, verduras y granos enteros, junto con la práctica regular de ejercicio físico, puede reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad y mejorar los resultados en aquellos que ya la padecen.
Es esencial que los hombres comprendan el impacto que sus hábitos de estilo de vida pueden tener en su salud prostática y tomen medidas proactivas para mantenerse saludables. La combinación de una alimentación equilibrada y la actividad física regular puede ser una poderosa herramienta en la lucha contra el cáncer de próstata.
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D.r. Bartolomé LLoret
Departamento urología hospital Vithas Medimar
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