La visita al urólogo: la mejor prevención contra el cáncer de próstata. La visita al urólogo genera mucha ansiedad entre la mayoría de los hombres. De hecho menos de la mitad de los varones mayores de 50 años acude anualmente a chequearse su salud prostática. Los motivos suelen ser: miedo, desinterés o desconocimiento de la importancia que este profesional médico tiene en la salud de los varones.
Acudir periódicamente al urólogo es una buena rutina de salud. Este hábito es el mejor método de prevención para enfermedades tan graves como el cáncer de próstata y además te ayuda a resolver problemas que muchas veces se acaban normalizando como las disfunciones sexuales o las infecciones del sistema urinario.
Lo primero y más importante es que las revisiones periódicas al urólogo nos permiten prevenir el cáncer de próstata, una enfermedad de la que se detectan 33.000 nuevos casos cada año.
El cáncer de próstata es una enfermedad silenciosa que sólo empieza a mostrar síntomas cuando ya está en un estado avanzado. El éxito de su curación depende en gran medida del diagnóstico precoz.
Pero además, el urólogo nos ayudará en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades renales, del aparato urinario y en los problemas sexuales del aparato genital masculino como son: la eyaculación precoz, la impotencia o la disfunción eréctil.
Cuando llegues a la consulta del urólogo, lo primero que hará el médico será mantener una entrevista contigo para conocer tu historial clínico. Posteriormente te realizará un examen físico con una exploración de la zona genital. A continuación y si es necesario, se realizará el tacto rectal con el fin de detectar el estado de salud de la próstata y se ordenarán los exámenes médicos que el especialista considere oportunos para cada paciente.
Es sin duda la prueba más temida por los hombres, la que más inquietud genera, pero no hay que tenerle miedo. Es una exploración rápida y sencilla y uno de los procedimientos más utilizados para valorar el estado de la próstata. El urólogo explorará mediante el tacto digital la superficie de la próstata para detectar cualquier alteración que pueda indicar la posibilidad de padecer un cáncer.
Una de las pruebas que se solicita con más frecuencia para detectar la existencia de un cáncer de próstata es el análisis de PSA, un análisis de sangre que detecta los niveles de PSA, una proteína que produce la glándula prostática.
A partir de los 50 años es una buena edad para comenzar con las revisiones urológicas anuales. Es en esta etapa cuando la próstata empieza a agrandarse. No obstante, si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata se recomienda comenzar con las visitas al urólogo a los 40 años.
Ante cualquier duda, desde la Unidad Urológica Centro de Salud para el Hombre del Hospital Vithas Medimar Internacional, te recomendamos que acudas a un especialista en urología como el Dr Bartolomé – Lloret para que estudie tu caso y buscar soluciones. Recuerda, que aunque no tengas ningún síntoma ni problema de salud, es importante que al menos, cheques tu salud urológica una vez al año. ¿lo has hecho ya? Llámanos.