Las fimosis es algo natural en los niños pero cuando no desparece en la edad adulta puede ser la causante de varios problemas que acaben provocando más de un quebradero de cabeza. Afortunadamente, la operación de fimosis es algo sencillo que puede acabar en tan sólo 30 minutos, con todos los asuntos que nos están impidiendo tener una vida saludable.
La fimosis se produce cuando el hombre no puede o le resulta difícil, retraer el prepucio y dejar el glande descubierto. Dependiendo del grado, la fimosis puede provocar entre otras cosas, dolor e incapacidad para conseguir una erección. La fimosis es una condición normal en los bebés. De hecho, durante la infancia el prepucio y el glande están unidos. Con el paso de los años, debido al crecimiento de los genitales y a la experimentación que los niños realizan con su propio cuerpo, las adherencias empiezan a desaparecer. A los 17 años sólo el 2% de los hombres presenta fimosis.
La fimosis puede ser de origen congénito o adquirido. Ésta última es consecuencia de inflamaciones del prepucio, el glande o infecciones en el pene. Estas situaciones pueden desembocar en una pérdida de elasticidad de la piel y volverla más fibrosa.
La fimosis se presenta en diferentes grados que pueden ir desde el I hasta el V. En el grado I el hombre tiene el glande prácticamente cubierto por el prepucio. En el grado V, el varón puede retirar el prepucio hasta observar la corona del glande pero sigue experimentando molestias. Será el urólogo el que después de una exploración física, valorará nuestra situación y grado de fimosis.
Antes de recurrir a una operación de fimosis, el hombre puede experimentar una serie de problemas relacionados con esta condición como:
-Molestias en las relaciones sexuales.
-Falta de higiene.
-Infecciones de orina.
-Dificultad en la salida de la orina.
-Inflamación del glande.
-Incapacidad de erección.
La operación de fimosis es rápida, sencilla y de carácter ambulatorio. Se realiza con anestesia local y tiene una duración de 30 minutos. El objetivo de la intervención es eliminar la piel que recubre el prepucio y acabar así con las molestias que sufre el paciente.
El paciente de una operación de fimosis puede marcharse a casa tras la intervención. El médico le prescribirá antinflamatorios y analgésicos para evitar las molestias típicas postoperatorias. Durante dos semanas, el paciente deberá limpiar diariamente la herida con suero fisiológico y betadine y mantenerla seca para no sufrir infecciones. Se recomienda no mantener relaciones sexuales durante 4 semanas y evitar erecciones, ya que pueden provocar que los puntos de sutura salten.
Si llevas tiempo sufriendo molestias en tus relaciones sexuales, te resulta difícil mantener una higiene correcta del pene o te cuesta orinar, quizá estés padeciendo fimosis. Si padeces alguno de estos síntomas ponte en contacto con el Centro de Salud para el Hombre del Hospital Vithas Medimar Internacional. Nuestro equipo de especialistas urólogos dirigido por el Dr. Lloret estará encantado de ayudarte y de poner solución a tus problemas para que disfrutes de tu vida al 100%.