Constituye el tipo más frecuente de litiasis urinaria ya que representa el 70% de todas ellas. Suelen ser piedras de oxalato cálcico puro o combinadas con fosfato cálcico o con ácido úrico. Suelen ser unas piedras relativamente pequeñas y de un color amarillo-marronoso. Estas litiasis son radiopacas, es decir que son visibles mediante una radiografía simple. Los factores que contribuyen a su formación son:
Se trata de un exceso de calcio en la orina, lo cual contribuye a la formación de piedras. Ante un exceso de calcio en la orina lo primero que ha de averiguarse es si está asociado o no a un exceso de calcio en la sangre (hipercalcemia). Cuando el nivel de calcio en sangre es normal, nos encontramos ante una Hipercalciuria idiopática. Este es el tipo más frecuente de hipercalciuria.
La hipercalciuria se asocia menos frecuentemente a un exceso de calcio en la sangre (Hipercalciuria asociada a hipercalcemia). En este caso, ha de completarse el diagnóstico ya que una hipercalcemia siempre es debida a otra enfermedad coexistente.
Hiperparatiroidismo: Se trata de un exceso de actividad de las glándulas paratiroideas. Éstas son unas glandulas situadas en la parte anterior del cuello que segregan la hormona paratiroidea cuya función es aumentar el calcio en la sangre a partir del calcio absorbido durante la alimentación o bien sacándolo de los depósitos de los huesos.
Lógicamente si hay un exceso de producción de dicha hormona nos encontraremos con una gran cantidad de calcio en sangre y también en la orina. Por ello, es una enfermedad que se está obligado a descartar siempre que exista a la vez una hipercalciuria y una hipercalcemia. Lo primero que hay que realizar es una determinación de niveles en sangre de hormona paratiroidea. Si estos están elevados, habrá de solicitarse una gammagrafía paratiroidea, ya que en caso de que exista un hiperparatiroidismo esta prueba nos mostrará un exceso de actividad de la glándula paratiroides.
Una vez realizado el diagnóstico de hiperparatiroidismo, el tratamiento es quirúrgico urológico y consiste en la extirpación de las zonas de las glándulas paratiroides que producen la secreción excesiva de hormona. Muchos de los pacientes afectos de hiperparatiroidismo son diagnosticados en el contexto del estudio de una litiasis renal.
Existen además otras enfermedades menos frecuentes que se asocian a una hipercalcemia y que son: la sarcoidosis, la tirotoxicosis, enfermedades granulomatosas, algunos tumores y ciertas situaciones como una inmovilización excesiva del paciente.
Se define así el exceso de oxalato en la orina. Suele ser la causa de un 5% de litiasis de calcio. El oxalato es un producto de desecho del metabolismo que se secreta por la orina. Existen 3 causas fundamentales de hiperoxaluria y que son:
Se entiende por la misma un exceso de ácido úrico en la orina. En este caso el ácido úrico actuaría como el núcleo central alrededor del cual se va depositando el calcio lo que conlleva la formación de piedras cálcicas. Los mecanismos que llevan a un exceso de ácido úrico en la orina serán explicados en el siguiente apartado de «Litiasis úrica».
Constituyen el 5-10% de litiasis cálcicas.
Es una disminución de los niveles de citrato en orina. El citrato es una sustancia que dificulta la formación de litiasis cálcicas, por lo que si hay un déficit del mismo aumentará el riesgo de formación de piedras. Los niveles de citrato disminuyen en situaciones como la infección urinaria, el exceso de ejercicio, la acidosis metabólica, el déficit de potasio o por la acción de los andrógenos. Así los hombres tienen menos niveles de citrato que las mujeres.
Es la causa de un 3-4% de las litiasis de calcio. Hay diferentes grados y se debe a un malfuncionamiento de una de las zonas del riñón llamada túbulo renal.
En algunos casos, la causa de la formación de piedras cálcicas no es debida a alteraciones químicas de la orina sino a la existencia de anormalidades de los riñones o las vías urinarias que provocan una obstrucción que altera la circulación de la orina por lo que ésta se va acumulando y aumenta el riesgo de formación de litiasis.
Enfermedades de este tipo serían los riñones en herradura (fusión de los 2 riñones por su parte inferior), la existencia de divertículos calicilares (dilatación con escaso drenaje de los cálices renales, que son los primeros conductos por donde circula la orina ya formada a través del riñón) o cualquier enfermedad que provoque una obstrucción de las vías urinarias.