Podemos dividir en 7 clases de cálculos que provocan la litiasis urinaria: oxalato cálcico (el más común), fosfato cálcico, ácido úrico, de origen puramente infeccioso, cistina y los provocados por algunos medicamentos. Estos cálculos pueden provocar la obstrucción del paso de la orina en el riñón hasta la expulsión de la orina, pudiendo provocar alteraciones anatómicas y en el funcionamiento renal dañado, pudiendo incluso destruir el órgano. Cerca del 8% de las personas que necesitan diálisis, pierden el funcionamiento renal a causa de una obstrucción por cálculos.