Los cálculos en los riñones tiene una incidencia casi idéntica en ambos sexos, con un pequeño predomino en hombres. No obstante, algunos tipos de cálculos hacen una mayor aparición en un sexo conforme al otros. Por ejemplo, los cálculos de ácido úrico son más frecuente en hombre y los de carácter infeccioso en mujeres. El origen genético solo está definido de forma clara en los cálculos de cistina. Por lo general, en el resto tiene una mayor influencia aspectos del contexto como el trabajo, los hábitos alimenticios, etc. En un futuro, seguramente podremos demostrar alteraciones de tipo genético nuevas que condicionen la formación de cálculos urinarios.