Este método solo se utiliza con carácter paliativo para evitar los problemas obstructivos del tumor prostático cuando crece.
Actualmente considerado como el método mas eficaz para resolver el crecimiento benigno de la próstata:
La fotovaporización con el láser ktp de la próstata es un nuevo procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HBP). La HBP se basa en el crecimiento de un tumor benigno, cuyo aumento obstruye la uretra, lo que a su vez origina la aparición de síntomas molestos relacionados con la micción.
Los tratamientos tradicionales de la HBP utilizados durante los últimos 50 años han sido la prostatectomía quirúrgica abierta (con incisión, para próstatas grandes) y la resección transuretral de próstata (un procedimiento sin incisión, realizado a través de la uretra del pene, cuando las próstatas son pequeñas). Ambos tratamientos consiguen la extirpación del tejido prostático anómalo y alivian la obstrucción uretral motivada por el crecimiento benigno del tejido prostático. Ambas técnicas tradicionales conllevan un riesgo significativo de complicaciones y requieren una hospitalización de entre 3 y 10 días.
En la clínica Mayo, Rochester, EE.UU. se ha desarrollado una nueva opción de tratamiento que utiliza un generador láser muy sofisticado en la que el tejido prostático sobrante se vaporiza con un haz de luz láser: La vaporización fotoselectiva de la próstata con láser KTP. Este procedimiento de vaporización fotoselectiva de la próstata con láser KTP es un avance importante en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata. Su eficacia y seguridad se han demostrado en estudios científicos realizados en EE.UU. con más de cinco años de seguimiento de los pacientes operados con este nuevo método.
El procedimiento es mínimamente invasivo y ofrece los mismos resultados a corto y largo plazo que las opciones quirúrgicas más agresivas, como la resección transuretral de próstata (RTUP) y la prostatectomía quirúrgica abierta. Es una técnica sin pérdida de sangre, por lo que se puede operar a pacientes con enfermedades acompañantes, (enfermedades cardiacas, hipertensión, diabetes, etc.) que presentan un elevado riesgo quirúrgico con las técnicas tradicionales.
Se realiza de forma ambulatoria, el alta se produce a las 3 o 4 horas tras la intervención y los pacientes pueden abandonar la clínica en unas pocas horas. Muchos pacientes no precisan de la utilización de una sonda para orinar, ya qué el tejido obstructivo logra vaporizarse por completo y porque no se genera inflamación. No siempre se sufre dolor, presenta sangre en la orina u otras consecuencias usualmente relacionadas con otras alternativas de tratamiento de la HBP. Es conveniente no hacer esfuerzos físicos en las dos semanas posteriores a la intervención, esta es la única limitación y se puede recuperar la actividad normal al día siguiente. Lo habitual es que se pueda volver a trabajar el segundo día tras el procedimiento.
Recientes investigaciones publicadas en la revistaJournal of Urology se publican estudios que revelan conclusiones determinantes:
«La Valporización de la próstata con láser KPT es un tratamiento virtualmente sin sangrado, seguro y efectivo para pacinetes con enfermedades graves o que toman anticuagulantes»
Desde hace más de 50 años la incorporación del láser a la medicina supuso un enorme cambio en el desarrollo biomédico. Esta tecnología nos ha permitido no solo simplificar las intervenciones quirúrgicas sino acortar el tiempo de estancia hospitalaria, permitiendo que muchas de las intervenciones que antes requerían varios días de ingreso, actualmente puedan realizarse de forma ambulatoria.
Con el uso del láser también hemos reducido las complicaciones, por otra parte inevitables, en cualquier tipo de cirugía. Así, las infecciones, el sangrado o el dolor postoperatorio son mucho menos frecuentes permitiendo una recuperación rápida y eficaz al paciente. Pero no todos los láseres sirven para lo mismo, actualmente disponemos de distintos tipos de láseres que nos servirán para tratar distintos tipos de enfermedades y las indicaciones más frecuentes.
En el caso de la hipertrofia benigna de la próstata, en el Centro de Salud para el Hombre, unidad especializada en urología y andrología en Alicante del Hospital Internacional Medimar, fuimos pioneros hace más de 20 años en la utilización del láser de contacto para resolver los casos de hiperplasia benigna de la próstata. Actualmente, el perfeccionamiento de esta tecnología, con la incorporación del Láser KTP nos permite resolver la mayoria de los problemas de próstata de una forma sencilla.
En cuanto a los cálculos (piedras) en el aparato urinario, hasta hace 25 años las piedras grandes o complicadas del aparato urinario requerían de una intervención quirúrgica agresiva y dolorosa. En cambio, hoy en día con el láser se pueden destruir los cálculos de la vejiga, uréter y riñón sin necesidad de cirugía. De esta forma, la litotricia extracorpórea se complementa con las técnicas endoscópicas pudiendo resolver más del 90% de los cálculos del aparato urinario en una Unidad de Litiasis.
Aunque menos frecuente, el láser también es utilizado para el tratamiento de diversos tumores de pene que antes requerían amplias resecciones e incluso amputaciones. Así, desde hace relativamente poco tiempo, la incorporación del láser a la cirugía laparoscópica permite realizar intervenciones mínimamente invasivas sobre el riñón, permitiendo, en muchos casos, poder conservarlo cuando antes había que extirparlo. Indiscutiblemente el láser ha supuesto un gran avance en el tratamiento de las enfermedades, pero exige un buen diagnóstico y una clara indicación quirúrgica. Si lo ha conseguido, opérese con láser.
La fotovaporización de la próstata con láser KTP es una de las últimas novedades para el tratamiento de la HBP. Es una técnica mínimamente invasiva qué brinda considerables ventajas ante los tratamientos habituales (resección transuretral y cirugía abierta).Con la finalidad de reducir las complicaciones de la resección transuretral y la cirugía abierta en 1996 se comenzó a investigar en la Clínica Mayo de U.S.A. un nuevo tipo de láser, el KTP/532 (potassium-titanyl-phosphate), con una potencia de 80 watios. Los primeros estudios se desarrollaron en perros ya que estos animales padecen de HBP muy similar a la que padecen los humanos. A partir de 1998 se presentaron los primeros resultados con pacientes y desde entonces se han publicado decenas de artículos científicos que avalan los excelentes resultados obtenidos con esta técnica hasta después de 5 años de tratamiento.
La fibra del láser KTP funciona con un haz de luz con una longitud de onda de 532 nanómetros y presenta una gran afinidad por el pigmento de la hemoglobina lo que hace que sea selectivamente absorbido por la sangre evitando que se produzcan sangrados de importancia durante la cirugía. La penetración del láser en el tejido de la próstata es de 2 mm lo que evita los problemas que había con otros tipos de láser que se utilizaban en los años ochenta en los cuales la penetración en los tejidos era de 5-7 mm produciéndose quemaduras importantes que han llevado a abandonar su utilización.