La litiasis urinaria, supone la formación de cálculos en las vias urinarias. Los cálculos renales o piedras en el riñon son estructuras minerales (piedras) formadas por la agregación de cristales desarrollados a partir de sustancias presentes en la orina (calcio, fosfatos, ácido úrico y cistina ) u otras que son eliminadas a través de la micción y que no forman parte habitualmente de esta. La orina es un líquido que contiene calcio ó el fósforo que puede convertirse en cálculos en 3 circunstancias: por aumento de la concentración, cuando disminuye la cantidad de líquido o por la deficiencia de componentes que impiden la cristalización de dichas sustancias.
El síntoma más frecuente que produce la presencia de un cálculo urinario es el ataque de dolor agudo denominado cólico nefrítico. Este dolor de la litiasis urinaria, a veces insoportable, que afecta uno de los flancos, acompañado frecuentemente, de nauseas y vómitos, lo ha sufrido o lo sufre un 4,17% de la población española. En otras ocasiones, la presencia de sangre y/o infección en la orina puede alertar sobre la presencia de un cálculo.
Durante los últimos 25 años el tratamiento de la litiasis urinaria ha evolucionado drásticamente. La alternativa de cirugía convencional, prácticamente la única opción de tratamiento hace 25 años, ya no es utilizada en la actualidad. El desarrollo de nueva tecnología permite ahora tratar la litiasis con métodos menos invasivos y más efectivos como la litotricia por ondas de choque o la litotricia endoscópica. El objetivo de cualquiera de estos métodos es realizar la fragmentación del cálculo “litotricia” y extraer o favorecer la eliminación de los fragmentos del cálculo.
Pero no solo disponemos de los medios técnicos más avanzados sino de los profesionales mejor cualificados y con más experiencia en el tratamiento de esta patología.
Importantísimo resaltar que en nuestra unidad de litiasis, el paciente es atendido y tratado inmediatamente evitando dolores y esperas innecesarias.
Al margen de las pautas alimenticias y seguimiento médico, hay algunas recomendaciones que usted pude seguir para evitar la aparición de los cálculos de oxalato cálcico:
Uno de los principales componentes de la orina es el ácido rico. Una orina con niveles de acidez altos favorece la cristalización y precipitación. Por otro lado una orina alcalina provoca su disolución. El ácido rico es el resultado del metabolismo proteico, por lo que un exceso en el consumo de un alto componente proteico provoca la formación de estos cálculos. Ademas, como consecuencia de patologías como la gota o debido a efectos secundarios de medicamentos suministrados en la quimioterapia. Los cálculos de este tipo supone el 28%, continuando en aumento este porcentaje debido al incremento en la ingesta de alto valor proteico. En ocasiones, este tipo de cálculos pueden disolverse a través de la abundante ingesta de líquido y medicamentos como el bicarbonato. En casos severos, el abundante acido úrico pude llegar a colapsar el funcionamiento cristalizándose en el interior de los túmulos renales. Aproximadamente el 3% de los paciente que sufren insuficiencia renal a sufrido patólogas derivadas como la nefropatía intersticios úrica. En la actualidad, la enfermedad puede controlarse eficazmente, pero es recomendable que el paciente que lo sufre lleve un control periódico durante toda su vida.
Para evitar la aparición de este tipo de cálculo, existen algunas buenas prácticas que usted pude llevar a cabo.
Este tipo de cálculos puden estar formados por fosfato únicamente o puden estar combinados con otros tipos de sales, desarrollando una orina con exceso de alcalinidad a causa de alteraciones congénitas en los túmulos renales que evitan una regulación adecuada del equilibrio ácido. Existen otros casos en los que la alcalinidad urinaria es consecuencia de un consumo excesivo de alimentos ricos en fosfato como los lácteos. Este tipo de cálculos supone el 19% del total y afectan en mayor medida al sexo femenino y a personas jóvenes. Algunas variantes de litiasis fosfórica como el fosfato amónico magnésico o la estruvita, tiene un carácter agresivo dado el crecimiento que alcanza la infección que puede incluso provocar la destrucción del riñón. Este tipo de cálculos son conocidos como coraliformes y en la mayoría de los casos requiere de intervención quirúrgica. Estos cálculos se generan de una forma silenciosa, por los que es necesario cerciorar su presencia en caso de una infección urinaria.
Además del tratamiento y dieta oportunas para cada caso, hay algunas normas generales que pueden ser muy útiles e incluso suficientes para evitar la formación de los cálculos:
Uno de los hábitos más recomendables es la ingesta de mucho líquido diariamente (entre 10 y 12 vasos). Esto elimina la concentración de orina y disminuye la cristalización. Para saber si la ingesta de liquido es adecuada, fíjese en el color de su orina y si es amarillo oscuro, debe beber más líquido. Ademas, aumentando el consumo de líquidos disminuimos las probabilidades de sufrir infección de orina. Por otro lado, la dieta es un factor muy importante para evitar la formación de piedras. Si en algún momento usted tuvo cálculos de oxalato de cálcio o ácido úrico, es recomendable reducir el volumen proteico en las comidas. Algunos medicamentos de carácter diurético como hicroclorotiazida ayuda a reducir el calcio presente en la orina, así como el citrato potásico que ayuda a eliminarlo uniéndose a el. El alopuiriol es muy eficaz para los pacientes con gota, ya que provoca que el cuerpo genere menos ácido úrico. En ciertos casos aislados de formación de pedidas de cistina, puede ser efectiva la penicilamina. Es muy importante acudir a un urólogo para que este le ofrezca el tratamiento que mejor se ajuste a sus necesidades.
La litiasis urinaria es la formación de cálculos o piedras en las vías urinarias. Esas son estructuras formadas a base de minerales a través de la cristalización de algunas sustancias presentes en la orina como fosfatos,cálcio, cisitina o ácido úrico o elementos que son eliminados normalmente por la orina y que no forman habitualmente parte de la misma habitualmente (algunos antivirales implementados como tratamiento del VIH o medicamento que contienen sulfamidas). En la orina existe algunas sustancias como el cálcio o el fósforo que piden solidificarse en 3 contextos distintos: por el aumento de la concentración, cuando disminuye el volumen de líquidos o cuándo hay un déficit de los componente de la orina que evitan cristalizar estas sustancias.
El desequilibrio natural entre componentes sólido y líquido de la orina permanentemente, es el causante de la formación del cálculo. El germen de esto puede ser de muy diversa índole como alteraciones en el riñón de carácter anatómico, alimenticio o genético.
Podemos dividir en 7 clases de cálculos que provocan la litiasis urinaria: oxalato cálcico (el más común), fosfato cálcico, ácido úrico, de origen puramente infeccioso, cistina y los provocados por algunos medicamentos. Estos cálculos pueden provocar la obstrucción del paso de la orina en el riñón hasta la expulsión de la orina, pudiendo provocar alteraciones anatómicas y en el funcionamiento renal dañado, pudiendo incluso destruir el órgano. Cerca del 8% de las personas que necesitan diálisis, pierden el funcionamiento renal a causa de una obstrucción por cálculos.
El más frecuentes es el dolor agudo que indica la presencia del cálculo y que es más conocido como cólico nefrítico. Esta dolencia la sufren un 4,17% de españoles y consiste en un dolor en ocasiones insoportable. Otro síntoma que suele darse y que alerta de la formación de la litiasis urinaria es la presencia de sangre en al orina.
Los cálculos en los riñones tiene una incidencia casi idéntica en ambos sexos, con un pequeño predomino en hombres. No obstante, algunos tipos de cálculos hacen una mayor aparición en un sexo conforme al otros. Por ejemplo, los cálculos de ácido úrico son más frecuente en hombre y los de carácter infeccioso en mujeres. El origen genético solo está definido de forma clara en los cálculos de cistina. Por lo general, en el resto tiene una mayor influencia aspectos del contexto como el trabajo, los hábitos alimenticios, etc. En un futuro, seguramente podremos demostrar alteraciones de tipo genético nuevas que condicionen la formación de cálculos urinarios.
Aproximadamente el 70% de las personas que padecen litiasis urinaria consiguen expulsar de forma espontánea los cálculos y el 32% necesitará de su destrucción mediante litotricia o a través de la cirugía abierta o endoscópica para cálculos de grandes dimensiones. En España, desde 1984 se han tratado más de 350.000 pacientes a través de la litotricia por ondas de choque, siendo esta técnica la más escogida para cálculos imposibles de expulsar. En la actualidad no hay alternativas para la litotricia pero a pesar de ello, las tecnologías han avanzado para ofrecer maquinas más adaptadas al paciente, llegando a un 80 % de tratamientos si dolor y bajo régimen ambulatorio.
Uno de los mejores hábitos que se pueden adoptar a modo de prevención es la abundante ingesta de líquido. La eliminación de alimentos que contienen un alto contenido en cálcio o las dietas de bajo contenido proteico animal pueden ser muy útiles dependiendo del tipo de cálculo. Para los paciente que hayan pasado por más de un proceso de litiasis urinaria es recomendable realizar un estudio metabólico, que ofrezca información y sirva como guía para desarrollar medidas preventivas eficaces.
La orina con exceso de acidez (baja ingesta de líquido) o alto nivel de alcalinidad (consumo alto de productos lácteos) sufre un desequilibrio de componentes, que terminan combinándose y ocasionando la cristalización y consecuente crecimiento del cálculo. El exceso de ácido oxálico o calcio presente en la orina, las sustancia que hemos mencionado anteriormente acaban combinándose formando cristales de oxalato cálcico. El ácido oxálico está presente en una serie de alimentos y su excesivo consumo provoca su presencia en la orina.
La abundancia de calcio en la orina provoca trastornos de carácter metabólicos en el caso de sufrir patologías congénitas en el riñón, calcificándose los tejidos que sufren daños y formando el núcleo del cálculo. Aproximadamente 1.800.000 español han padecido cálculos en los riñones. Los cálculos de oxalato cálcico son los más frecuentes, constituyendo el 65% del total. En su mayoría, las personas que lo sufren suelen expulsarlo sin problemas, pero 20.000 de ellas son tratadas a través de litotrica o cirugía. Estes tipo de cálculos, piden reproducirse antes de cumplirse los 4 años, por lo que es importante estudiar las causas y seguir pautas que eviten la nueva aparición.